miércoles, 12 de agosto de 2009

Yo, culpable





“Toda acusación es una pérdida de tiempo. No importa cuanta culpa encuentres tú en alguien, y es irrelevante cuánto lo acuses, porque no cambiará quien eres.
Lo único que produce el hecho de inculpar es mantener el foco lejos de tí cuando estás buscando razones externas para explicar tu infelicidad o frustración. Puedes tener éxito al conseguir que otro se sienta culpable por algo al acusarlo, pero fracasarás al tratar de cambiar lo que, dentro tuyo, te esté haciendo infeliz.”
Wayne Dyer (10/05/1940 - )
Psicólogo y escritor estadounidense.


“Debemos rechazar la idea de que cada vez que alguien viola la ley, la sociedad es la culpable y no el delincuente. Es tiempo de restaurar el concepto americano de que cada individuo es responsable de sus acciones.”
Ronald Reagan (06/02/1911 - 05/06/2004)
Actor, ex presidente de EEUU.


Si una persona pierde todo su dinero apostando en un casino, y luego intenta suicidarse, ¿de quién es la culpa? ¿De la persona por obrar mal? ¿Del casino? Si los casinos estuviesen prohibidos, ¿encontraría esta persona alguna forma alternativa de apostar?. En otras palabras, ¿Es la culpa del chancho o de el que le da de comer?

De ninguno de los dos, según nuestra actual sociedad. Con la ayuda de la útil "ciencia" de la
psicología es fácil encontrar terceros "culpables": una "enfermedad" (la ludopatía), el stress, los padres, la pareja, la familia, el jefe, el trabajo, la sociedad, etcétera. ¿Es tan popular la figura del psiquiatra hoy porque le quita la responsabilidad al paciente? Yo opino que es así, porque si el causante de la propia infelicidad no es uno mismo... ¡Qué gran alivio! Aunque sea resultado de evadirse de la propia culpa. Y cuando un psiquiatra responsable intenta decir la verdad, el paciente dolorido y resentido simplemente se va a otro, que le endulce los oídos con las falacias que quiere escuchar.

¿Por qué pasamos de obrar mal a estar enfermos?
Porque es más fácil que nos digan que estamos enfermos que asumir nuestros errores, es más cómodo culpar a otro que asumir la responsabilidad. Evidentemente es una clara consecuencia de la cultura facilista que prolifera en el sistema educativo actual (los que sean docentes me van a dar la razón). La pérdida de los valores morales y la incomunicación ayudan, por supuesto.

Cuando nos enteramos de algún crimen aberrante, decimos "ese tipo está enfermo" y no "ese tipo es una mala persona". Si alguien me roba no es culpa del ladrón, sino mía, porque soy parte de "la sociedad que no lo contuvo y lo impulsó al crimen porque tiene hambre y no le queda otra opción". Es solo un pequeño ejemplo de las ridiculeces que nos estamos acostumbrando a oír en estos días. Siempre va a haber otras opciones, aunque sea el asistencialismo del gobierno.

Aclaración necesaria: Estoy convencido que existen buenos psiquiatras que pueden ayudar a muchas personas a solucionar sus problemas. Personalmente, y como discípulo de las ciencias exactas, no me gusta la psicología aunque he leído bastante al respecto, a Freud y Jung acerca del psicoanálisis, a Watson y el conductismo, y a varios otros más. Ninguno logró convencerme. Así que si sos psicólogo/a, tomá esto como una opinión personal y sin pretensiones de verdad absoluta. Si no te gustó comentá y exponé tu punto de vista.





lunes, 3 de agosto de 2009

Mentime que me gusta: "El amor de mi vida"


"El destino no depende de la suerte, sino de la elección. No es algo que se espera, sino algo que se construye activamente."
T. S. Elliot (26/09/1888 - 4/01/1965).
Poeta, dramaturgo y crítico anglo-estadounidense.


El "Amor de tu vida" no existe. Podremos sentirnos mejor o peor con otra pareja, pero ninguna es tan especial como para ser considerada "la única". He oído historias en las que la frase "encontré al amor de mi vida, pero lo perdí/me dejó/lo estropeé" y me dan ganas de decirle a esa persona convencida de haber perdido toda oportunidad de ser feliz, que abra su mente y trate de entender ese complejo asunto.

Que alguien hable de "el amor de su vida" demuestra claramente su inmadurez afectiva y declara afición a las novelitas rosas. Nada está mas lejos de la realidad, y esta alienación es peligrosa, porque confesar a alguien "sos el amor de mi vida" la/lo hace consciente del enorme poder que tiene sobre vos. Imaginate: no podés darte el lujo de perderla/o, asi que si te tocó en suerte alguien malicioso te puede hacer mucho daño. Muchos deben su miserable existencia a este mito: no quieren dejar a alguien que los hace infelices porque creen que es "el único".

Algo peor aún: Que un prospecto de pareja te diga "yo ya tuve el amor de mi vida y lo perdí". Es como que te diga en la cara que no te toma en serio. Que no te esperances, la cosa va directamente al basurero.

Mi experiencia me enseñó a disfrutar de todas mis relaciones de pareja, de las mejores y de las peores. Crecer como persona es lo más importante de todo: después de una mala experiencia, solo queda volver a intentar, tratando de darle una nueva oportunidad al amor y no cometer los mismos errores.

Gracias a todos los que me pidieron que siga escribiendo. Sus comentarios son mi sueldo (como dice un colega bloguero).