lunes, 2 de mayo de 2011

Filosofía barata

No... duermo... payaso... me come...
Bart Simpson en "Lisa's First Word"


El sábado pasado por la noche en el estacionamiento del supermercado un personaje en un VW Saveiro blanco, visitiendo una remera mugrosa y una ridícula gorrita mimetizada, empezó a contaminar el recinto con cumbia villera.
Cuando pasaba por cerca de la ventanilla le grité "Disculpame, ¿tenés algo de música para poner?". El ente se quedó azorado por algunos segundos y luego gritó "¿Qué sabés de música vos, payaso?".
Quise darme vuelta y decirle que sabía mucho de música. Que puedo disfrutar cualquier género musical. Escuchar rock, música clásica y folklore. Pero ¿vale la pena discutir con alguien así?

Ese incidente banal refuerza la sensación de ser un paria que me suele invadir. Cuando en el trabajo hablan de Tinelli, Gran Hermano o cosas así, yo quisiera hablar de Schopenhauer o de Nietzsche. En la universidad los docentes se preocupan poco por preparar las clases, y casi nada por expresarse correctamente en forma oral o escrita.

Aún así, de vez en cuando, reparo en personas de inteligencia brillante. Son pocas, pero las hay. Al menos el mundo es más soportable gracias a ellas.

miércoles, 12 de agosto de 2009

Yo, culpable





“Toda acusación es una pérdida de tiempo. No importa cuanta culpa encuentres tú en alguien, y es irrelevante cuánto lo acuses, porque no cambiará quien eres.
Lo único que produce el hecho de inculpar es mantener el foco lejos de tí cuando estás buscando razones externas para explicar tu infelicidad o frustración. Puedes tener éxito al conseguir que otro se sienta culpable por algo al acusarlo, pero fracasarás al tratar de cambiar lo que, dentro tuyo, te esté haciendo infeliz.”
Wayne Dyer (10/05/1940 - )
Psicólogo y escritor estadounidense.


“Debemos rechazar la idea de que cada vez que alguien viola la ley, la sociedad es la culpable y no el delincuente. Es tiempo de restaurar el concepto americano de que cada individuo es responsable de sus acciones.”
Ronald Reagan (06/02/1911 - 05/06/2004)
Actor, ex presidente de EEUU.


Si una persona pierde todo su dinero apostando en un casino, y luego intenta suicidarse, ¿de quién es la culpa? ¿De la persona por obrar mal? ¿Del casino? Si los casinos estuviesen prohibidos, ¿encontraría esta persona alguna forma alternativa de apostar?. En otras palabras, ¿Es la culpa del chancho o de el que le da de comer?

De ninguno de los dos, según nuestra actual sociedad. Con la ayuda de la útil "ciencia" de la
psicología es fácil encontrar terceros "culpables": una "enfermedad" (la ludopatía), el stress, los padres, la pareja, la familia, el jefe, el trabajo, la sociedad, etcétera. ¿Es tan popular la figura del psiquiatra hoy porque le quita la responsabilidad al paciente? Yo opino que es así, porque si el causante de la propia infelicidad no es uno mismo... ¡Qué gran alivio! Aunque sea resultado de evadirse de la propia culpa. Y cuando un psiquiatra responsable intenta decir la verdad, el paciente dolorido y resentido simplemente se va a otro, que le endulce los oídos con las falacias que quiere escuchar.

¿Por qué pasamos de obrar mal a estar enfermos?
Porque es más fácil que nos digan que estamos enfermos que asumir nuestros errores, es más cómodo culpar a otro que asumir la responsabilidad. Evidentemente es una clara consecuencia de la cultura facilista que prolifera en el sistema educativo actual (los que sean docentes me van a dar la razón). La pérdida de los valores morales y la incomunicación ayudan, por supuesto.

Cuando nos enteramos de algún crimen aberrante, decimos "ese tipo está enfermo" y no "ese tipo es una mala persona". Si alguien me roba no es culpa del ladrón, sino mía, porque soy parte de "la sociedad que no lo contuvo y lo impulsó al crimen porque tiene hambre y no le queda otra opción". Es solo un pequeño ejemplo de las ridiculeces que nos estamos acostumbrando a oír en estos días. Siempre va a haber otras opciones, aunque sea el asistencialismo del gobierno.

Aclaración necesaria: Estoy convencido que existen buenos psiquiatras que pueden ayudar a muchas personas a solucionar sus problemas. Personalmente, y como discípulo de las ciencias exactas, no me gusta la psicología aunque he leído bastante al respecto, a Freud y Jung acerca del psicoanálisis, a Watson y el conductismo, y a varios otros más. Ninguno logró convencerme. Así que si sos psicólogo/a, tomá esto como una opinión personal y sin pretensiones de verdad absoluta. Si no te gustó comentá y exponé tu punto de vista.





lunes, 3 de agosto de 2009

Mentime que me gusta: "El amor de mi vida"


"El destino no depende de la suerte, sino de la elección. No es algo que se espera, sino algo que se construye activamente."
T. S. Elliot (26/09/1888 - 4/01/1965).
Poeta, dramaturgo y crítico anglo-estadounidense.


El "Amor de tu vida" no existe. Podremos sentirnos mejor o peor con otra pareja, pero ninguna es tan especial como para ser considerada "la única". He oído historias en las que la frase "encontré al amor de mi vida, pero lo perdí/me dejó/lo estropeé" y me dan ganas de decirle a esa persona convencida de haber perdido toda oportunidad de ser feliz, que abra su mente y trate de entender ese complejo asunto.

Que alguien hable de "el amor de su vida" demuestra claramente su inmadurez afectiva y declara afición a las novelitas rosas. Nada está mas lejos de la realidad, y esta alienación es peligrosa, porque confesar a alguien "sos el amor de mi vida" la/lo hace consciente del enorme poder que tiene sobre vos. Imaginate: no podés darte el lujo de perderla/o, asi que si te tocó en suerte alguien malicioso te puede hacer mucho daño. Muchos deben su miserable existencia a este mito: no quieren dejar a alguien que los hace infelices porque creen que es "el único".

Algo peor aún: Que un prospecto de pareja te diga "yo ya tuve el amor de mi vida y lo perdí". Es como que te diga en la cara que no te toma en serio. Que no te esperances, la cosa va directamente al basurero.

Mi experiencia me enseñó a disfrutar de todas mis relaciones de pareja, de las mejores y de las peores. Crecer como persona es lo más importante de todo: después de una mala experiencia, solo queda volver a intentar, tratando de darle una nueva oportunidad al amor y no cometer los mismos errores.

Gracias a todos los que me pidieron que siga escribiendo. Sus comentarios son mi sueldo (como dice un colega bloguero).





viernes, 15 de mayo de 2009

Mundo enfermo y triste



No vayas por allí diciendo que el mundo te debe a tí una vida: el mundo no te debe algo, estaba aquí primero.
Mark Twain (1.835-1.910)
Humorista y escritor norteamericano, 
autor de "Las Aventuras de Tom Sawyer"


El mundo no es peligroso por culpa aquellos que hacen daño sino por aquellos que lo observan sin hacer algo.
Albert Einstein (1.879-1.955)
Alemán, autor de la Teoría General de la Relatividad 
y premio Nobel en física.



El mundo está enfermo, y trata de curarse. La enfermedad: el propio ser humano que multiplicándose sin control está agotando los recursos y eliminando a otras especies. La cura: epidemias, desastres "naturales" y guerras.
Tiempos oscuros se avecinan: guerras por recursos como el agua y el petróleo. Pandemias que podrían ser incontenibles.  Una crisis económica mundial que no parece tener remisión. Catástrofes naturales que matarán de hambre a los que no mueran por sus efectos primarios. Si es lo que se necesita para que lo que quede de la especie homo sapiens sapiens sea consciente, que así sea, inclusive si me toca estar entre los que ven crecer el pasto desde abajo.

Pasé mi niñez en un pueblo del interior de Misiones, a pocos metros del "monte", de la selva misionera, llena de vida y de vigor. Hace unos días volví a pasar algunos días en el monte... que está seco, agonizando por la falta de lluvias. Al caminar entre los árboles se siente el crujir de la hierba reseca abajo, y hasta donde alcance la vista se puede apreciar el amarillento color de las hojas en los árboles sedientos.
Creo que ya no hay vuelta atrás: el clima cambió y nos va a tocar sufrir las consecuencias. Enfermedades como la leshmaniasis, el dengue, la fiebre amarilla y otras, antes exóticas, ahora aparecen intercalándose en los titulares de las noticias. Paradójicamente, en esos mismos titulares las ideas para solucionar el problema de fondo brillan por su ausencia. 
Mi pesimismo está justificado.
El 27 de abril asistí a la charla que el profesor de filosofía y escritor español Fernando Savater presidió en el Centro del Conocimiento, y una frase me impresionó profundamente. Alguien le había preguntado su opinión acerca de la crisis económica mundial, a lo que contestó:
"Si bien no entiendo mucho de economía, la solución tradicional a las crisis es la guerra. Moviliza la industria, dando trabajo a la poca gente que sobrevive al conflicto."
No creo que la guerra sea la única solución: hay muchas otras mejores, que pueden desarrollarse hablando y consensuando. Lamentablemente, pensar en los líderes mundiales dialogando y poniéndose de acuerdo para salvar al mundo es utópico.

"Es el fin del mundo tal como lo conocemos... y me siento bien"


martes, 21 de abril de 2009

Disfruta el silencio


Es en la soledad cuando estamos menos solos.
Poeta y escritor inglés.


La soledad es el privilegio de los espíritus extraordinarios.
Arthur Schopenhauer (1.788 - 1.860)
Filósofo alemán.

Hace unos días charlaba con un amigo quien me decía que no soportaba estar solo. Estar en su casa, sin compañía por un lapso prolongado le provoca angustia, incomodidad y nerviosismo. Y me preguntó: ¿A vos te pasa lo mismo?

No, respondí con sorpresa, disfruto estar solo. Para mí es mejor la soledad que la charla insustancial. El aislamiento a sufrir la insoportable levedad del ser de una persona intrascendente. Prefiero leer un buen libro a charlar con un desconocido en un ómnibus; estar tranquilo en mi casa haciendo algo que me guste y no asistir a una fiesta en la que me sentiría fuera de lugar.

Cuando tenía 21 o 22 años sabía que yo era una mala compañía para mí mismo, así que me reprimía con música y lectura. Por eso me sorprende que hoy ya no piense lo mismo: pocas cosas me relajan más que sentarme en la oscuridad, oyendo algún buen disco (Pink Floyd, Dire Straits, Enigma...) y meditar sobre cualquier tema en un ambiente perfumado por sahumerios de incienso. De todos los 16 años en los que viví fuera de la casa de mis padres, fui siempre mas feliz cuando vivi solo. Ni los siete años de convivencia con mi ex-novia fueron tan buenos, excepto cuando ella viajaba...

No soy un ermitaño: disfruto reunirme con mis pocos amigos verdaderos, pasar algunos días con mi novia o con mis familiares. Y la compañía virtual está ahí cuando la necesite, a través de Internet. Pero soy completamente feliz cuando estoy solo, conmigo mismo, y puedo dejar que mi mente divague sin interrupciones ni molestias.


Las palabras, como violencia, rompen el silencio
Vienen estrellándose en mi pequeño mundo
Dolorosas para mí, se abren paso a través de mí
¿No puedes entenderlo, mi pequeña niña?