lunes, 23 de marzo de 2009

La cultura de la mediocridad


El hombre mediocre es incapaz de usar su imaginación para concebir ideales que le propongan un futuro por el cual luchar. De ahí que se vuelva sumiso a toda rutina, a los prejuicios, a las domesticidades y así se vuelva parte de un rebaño o colectividad, cuyas acciones o motivos no cuestiona, sino que sigue ciegamente. 

El mediocre es dócil, maleable, ignorante, un ser vegetativo, carente de personalidad, contrario a la perfección, solidario y cómplice de los intereses creados que lo hacen borrego del rebaño social. Vive según las conveniencias y no logra aprender a amar. En su vida acomodaticia se vuelve vil y escéptico, cobarde. 

Los mediocres no son genios, ni héroes ni santos. Un hombre mediocre no acepta ideas distintas a las que ya ha recibido por tradición, sin darse cuenta de que justamente las creencias son relativas a quien las cree, pudiendo existir hombres con ideas totalmente contrarias al mismo tiempo. (...) "Cuando la mediocracia encuba pollipavos no tienen atmósfera los aguiluchos".
Del libro "El Hombre Mediocre",
por el sociólogo y médico italoargentino
José Ingenieros (1877-1925)

Los espíritus mediocres condenan generalmente todo aquello que no está a su alcance.
 escritor francés

Ser mediocre es conformarse con poco, con menos del promedio. Es no esforzarse por alcanzar el máximo de lo que seas capaz. Es hacer lo mínimo indispensable, "total, nadie lo va a notar". 
Pero mediocridad no es lo mismo que conformismo. No es la falta de ambición desmedida, ni la codicia extrema.  Está bien ser feliz con lo que soy y con lo que tengo, porque no me importan las necesidades creadas artificialmente por la publicidad.

Cuando daba clases en una universidad, me daba asco esa tendencia a contagiar la mediocridad: mis estimados alumnitos me presionaban para que los apruebe con menos trabajo. Que no debía ser tan exigente, que todo mi esfuerzo era vano (preparar clases y material, dictar lecciones, corregir trabajos prácticos y exámenes). 
Hubo un caso, en un examen final, en que el alumno escribió acerca de un tema que no estaba incluido en el cuestionario, y tuvo el descaro de decirme: 

-- No estudié lo que usted pidió. Asi que escribí lo que había estudiado, así que tengo que aprobar.
-- Está bien -contesté-, al fin y al cabo el cuestionario no tiene importancia. Espero que todos escriban lo que quieran.
-- ¿En serio?
-- No. Tiene un 1. Retírese.

También, en uno de mis trabajos anteriores, mis compañeros me presionaban para que no produzca más que el promedio y no delate su pereza e incompetencia. Por supuesto, no les hice mucho caso y me gané la enemistad de varios de ellos.

La mediocridad está enquistada en todos los ámbitos, y tratamos a los que sobresalen como héroes, cuando en realidad estan haciendo algo que deberíamos hacer todos.  Así que si mi trabajo es barrer la vereda, debo hacerlo lo mejor posible. Si es realizar un examen psicológico a un futuro docente, asegurarme de su estabilidad mental y no firmarle el certificado después de recibir una respuesta negativa a la pregunta ¿Vas a matar a algún alumno?.  Creo que la mediocridad va de la mano con la corrupción y el egoísmo. Si no me importa hacer bien las cosas, no tengo reparos morales en vender mi integridad profesional.

Entonces, sea cual fuera lo que estoy haciendo, debo apuntar alto. Y no para buscar prestigio o ser un ganador, sino por la propia satisfacción de saber que hice lo mejor que pude. Que mi tiempo y esfuerzo no terminen desperdiciados en algo mediocre.

18 comentarios:

descalza camina dijo...

Excelente libro el de Don Pepe Ingenieros!
Te banco con lo de los alumnos, pero con respecto al trabajo, uno puede no ser mediocre sin dejar en evidencia al resto ni denunciar su incompetencia.

Conta Dora dijo...

Me encantó lo de tu alumno... Sos malo, le hubieras puesto un 2, ya que algo sabía (estudió UN tema!!).
Hay mucha gente mediocre dando vueltas, pero al final, quien puede apuntar alto y lograr los objetivos es quien puso empeño y esfuerzo.
A mi me gustaba la exigencia de mis profesores, por el desafío que eso significaba y por la mejor preparación que tendría al recibirme (aunque no todos ven esto, o será que mis viejos siempre me exigieron mucho y me acostumbré a eso).

Besos!!

Lolita dijo...

Jajajajaja, me morí de risa con la conversación esa. Me hizo acordar a mi ex ex profesora de matemática, era una genia total, siempre con su sarcasmo.
La verdad es que sí, la mediocridad es enfermiza. Es feo ser mediocre. Yo creo que incluso es peor ser muy malo en algo, porque generalmente el que es muy malo le pone ganas para mejorar. El mediocre no. Tal vez tiene mucho, pero lo desperdicia. Es como tener una ferrari y usarla para ir hasta el almacén.

Julia dijo...

Cuando leí el título, lo primero que se me vino a la mente fue "José Ingenieros".

Recuerdo en mi juventud haber leído el libro, indignada, sorprendida, aliviada. Todo al mismo tiempo.

Indignada por confirmar que no eran sólo mis impresiones. Sorprendida al darme cuenta que éramos muchos los que pensábamos igual. Aliviada al sentir que éstos últimos, éramos y somos más de los que pensamos.

La mediocridad es insidiosa. Es cómoda. Es peligrosa.

Acerbus dijo...

descalza camina:
Explicame cómo hacer para no dejar en evidencia a los mediocres cuando hago bien un trabajo y ellos lo hacen mal y a medias. A mí no se me ocurre algo...

Conta Dora:
Soy bastante severo como docente. Y no tolero que hagan lo que quieran. El 2 lo tendría si hubiera contestado algo del cuestionario.

Maga:
Como siempre, de acuerdo con vos: el mediocre es consciente de su condición y no hace algo para modificarla. Es más, está orgulloso de ser mediocre y trata que el resto de las personas también lo sean.

Julia:
Pienso que lamentablemente toda nuestra sociedad actual representa un culto a la mediocridad, a el resultado fácil y con el menor esfuerzo. El mediocre es el "vivo", los demás somos los "tontos". Quedan todavía algunas personas, como los docentes y algúno que otro jefe, que intentan combatir ese espíritu de lo imperfecto. Eso me da un poco de esperanza.

Muchas gracias a todas por leerme y por sus comentarios

Caro Pé dijo...

Ingenieros un capo, lo poco que conozco de él me lleva a afirmar esto.

Muy pero muy buen post, excelente!

Todo muy bien relacionado, muy claro!
Y los seres humanos tenemos casi el deber de desarrollar todo nuestro potencial!
Tarea ardua q trae muchas satisfacciones al alma. Como vos bien decís, acá ya no hablamos de la idea de "èxito",
Aunque el héroe termina siendo exitoso termine como termine.

Disculpá la extensión de mi comentario.
VOy a marcar el blog suyo , así no lo pierdo.

Salu2!!

J a m o n a dijo...

sí, conozco gente mediocre.

y con respecto a lo de los tacheros, yo creo que se juntan a almorzar en grupo, y cuando salen a laburar te escupen todas sus historias, las que inventan, y las que escucharon mientras digestaban...


por lo menos tratan de ponerle onda, es que no se dan cuenta que con bajar la ventanilla uno se conforma y puede tener un viaje placentero. Ojo, hay días que está bueno conversar con un desconocido... pero cuando sabes que vas a tener un día de mierda y que desde que te levantaste lo tuviste? no negro, aca en la esquina esta bien!

Acerbus dijo...

caro pé:
Lamentablemente el problema de la mediocridad no es solo local. Se nota mundialmente.

Jamona:
De buenas intenciones está pavimentado el camino al infierno. Y eso vale especialmente para los taxistas y remiseros.

Gracias a las dos por sus comentarios

Gran Lady dijo...

Muy buen post. Y su relato me recordó a mi "època oscura" (y pobre!) en la que daba clases en una universidad privada. Escuchar los comentarios de los alumnos, sus excusas, etc. era como un compendio de mediocridad. Y cómo dijo alguien más arriba, yo prefiero ser pésima, mala, terrible, pero no mediocre. Si soy mala en algo, soy mala hasta el final.

Acerbus dijo...

Gran Lady:
Mi experiencia también fue en una universidad privada. Lo raro es que no me metió en problemas, como puede pasar toda vez que uno haga algo que a algún alumno no le guste.

Chanelle Noir dijo...

Espero ansiosa un nuevo post.
Saludos.

Chanelle Noir dijo...

Ah, después de comentar leí "Universidad Privada" y dije No me puedo ir sin hacer este aporte:
Mi viejo es arquitecto y estuvo dando clase en una universidad privada famosa por lo mala que es, que empieza con K. Tratando el tema del Gótico Francés, tuvo el siguiente diálogo con una alumna:
- Del Gótico Francés es Nostradamus.
- ¿Perdón?
- Sí, claro. Nostradamus. Del Gótico Francés.
- ¿?
- ¡Nostradamus!
- Eh...¡¿No será la Notre Dame?!
- ¡Eso!

Acerbus dijo...

Chanelle:

Faltó que la alumna le dijera:
-- ¡Notre Dame, Nostradamus, es lo mismo! ¡Me entendió igual!

No quisiera estar en un edificio diseñado por esa alumna, en el improbable caso en el que se recibiera...

J a m o n a dijo...

che que bueno eso..."jamona feteada"
jajaj, el sabado pase por el local con cara de orto y descubri que le pusieron pegaidtos los maniquies y un banner gigante jajajajaja

se van a acordar de mi para siempre.

que mverguenza me da pasar por ahi... me reconoceran?


besooo

Acerbus dijo...

Jamona:
Yo creo que te van a reconocer por algunas semanas. Luego, al igual que los peces dorados, se van a olvidar de todo y volverás al anonimato.
Para los que no saben de qué hablamos, a Jamona le pasó esto.

Rozusi dijo...

Desgraciadamente muchas veces como docente hay que lidiar con la mediocridad no solo de los alumnos sino de tus mismos compañeros docentes o superiores. Doy clases en una universidad privada y la directora me mando hablar para decirme que talvez les estaba exigiendo demasiado a los alumnos, ya que una de ellas fue llorando a quejarse de que era demasiado el nivel de exigencia en el trabajo de la clase y que aparte ella no habia entegado el trabajo porque "no sabia y nadie le dijo lo que tenia que hacer".Tal vez si hubiera asistido a clase se hubiera dado cuenta. No sabia si enojarme, reirme o que!, lo peor de todo esque ;la directora le siguio la corriente y me "reprendio " diciendo que talvez les exigia demasiado. Como ven?, es increible, estoy valorando seriamente el considerar dar clases el semestre que entra. Que clase de profesionistas van a salir al ruedo, caprichosos, chiples y MEDIOCRES...
Por cierto gran texto del Sr. Jose Ingenieros, gran blog. Felicidades.

Acerbus dijo...

Rozusi:También experimenté esas presiones de los directivos porque estaba "exigiendo demasiado" a los alumnos. Esa fue una de las razones que me hizo dejar de dar clases. Gracias por tu comentario y por leerme.

moncho dijo...

¿solidario? mas bien insolidario ya que el comportarse solidariamente requiere esfuerzo y sacrificio algo contrario al hombre mediocre.